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Si te gusta mimar a tu gato dándole alimentos BARF o haciéndole una comida casera de vez en cuando, aprende a hacerlo bien para no correr riesgos por intoxicaciones y que no le falte ningún nutriente. Te damos varias recetas ricas para que aciertes, porque los gatos tienen gustos propios y son muy exigentes.
Lo más habitual es que los gatos se alimenten con piensos, ya sean secos o húmedos. El pienso es una comida completa, diseñada para cubrir las necesidades nutricionales específicas de los gatos. En OCU los analizamos y descubrimos grandes diferencias de calidad y también de precio entre marcas.
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Pero cada vez se ven más otros tipos de alimentación para gatos, alternativas tanto comerciales como caseras, que van enfocadas a dar algo más especial a tu mascota, aunque no sea a diario.
Si los perros y gatos vivieran libres y sin domesticar, comerían los animales que ellos mismos habrían cazado. En este modelo de vida silvestre y comida cruda se basan las dietas BARF (Biologically Appropiate Raw Food) o ACBA en castellano (Alimentos Crudos Biológicamente Apropiados), tan de moda últimamente.
Sin embargo, no es necesario que tu mascota coma alimentos crudos para estar bien alimentado. Por el contrario, cocinando los alimentos se evitan riesgos y se facilita la digestibilidad de algunos componentes como los carbohidratos. También es cierto que se disminuye el contenido en otros, como las vitaminas; por ello, los alimentos comerciales formulados suelen añadir vitaminas para garantizar un contenido adecuado.
Los alimentos BARF se venden crudos, en principio para dárselos tal cual al animal, aunque en algunos casos se indica que se pueden cocinar. A diferencia del pienso seco, suelen ser más ricos en carne y llevan menos cereales.
En la tienda, hay que fijarse en el etiquetado para comprobar si son alimentos completos o complementarios, pues son muy distintos en su formulación. La alimentación del gato debe basarse siempre en alimentos completos para que se cubran todas las necesidades nutricionales del animal. Los complementarios solo se usan como premio, una especie de golosina, o como complemento específico, pero no a diario.
Elige solo productos en buenas condiciones y desecha aquellos con algún daño en el embalaje: asegúrate de que no tengan ningún desgarro ni abolladuras ni decoloraciones.
Frecuentemente los alimentos crudos BARF contienen bacterias patógenas como Salmonella, E. coli, Campylobacter, al igual que puede ocurrir cuando compramos carne cruda, sobre todo de pollo.
En la cocina debe tenerse mucho cuidado para que no se produzca contaminación cruzada con otros utensilios, cubiertos o tablas, a través de los cuales las bacterias pueden llegar a los alimentos para las personas de la casa, multiplicarse en ellos y producir intoxicaciones alimentarias.
Evita riesgos con estos consejos:
Una tendencia de actualidad entre los dueños de gatos es prepararle la comida de forma casera, al igual que hacemos para el resto de la familia. Si te animas a hacerlo, ten en cuenta las cuestiones siguientes, muy importantes para que tu gato esté bien alimentado:
En los alimentos caseros es difícil garantizar que todos los nutrientes, sobre todo vitaminas y minerales se suministran en cantidades adecuadas, ya que las fuentes usadas pueden contener cantidades variables y según el tratamiento térmico se pueden destruir más o menos. Conviene incluir un suplemento de vitaminas y minerales, igual que hacen los fabricantes de dietas comerciales. Consulta al veterinario cuál le puedes dar y sigue las instrucciones de uso del envase.
Hay alimentos que las personas tomamos de forma habitual y nos puede parecer que dan mejor sabor a la comida, como el ajo, cebolla, uvas, pasas, chocolate, aguacate, frutos secos o edulcorantes: recuerda que son tóxicos para los gatos y perros.
Pese a la leyenda que asocia a los gatos con el pescado, la mayoría de los gatos prefieren las aves como fuente esencial de alimento. Lo más común es utilizar pavo o contramuslo deshuesado de pollo, pero también puede servir pato, oca, ganso, codorniz o carne magra de avestruz.
Si usamos pescado, podemos escoger entre pescado fresco o congelado, siempre cocinado y asegurándonos de que no tiene ninguna espina. El pescado en conserva es una buena opción para alternar: no conviene recurrir demasiado a ello por su alto contenido en sal. Normalmente aceptan mejor los pescados en aceite vegetal, de oliva o girasol, o al natural, pero a algunos gatos también les gusta en tomate, lo que resulta un aporte extra en nutrientes.
Los ingredientes cocinados pueden estar asados en el horno, a la plancha, hervidos en agua, cocinados en el microondas, en una olla a presión o en una freidora de aire. La ración se prepara simplemente mezclando los ingredientes, picados o molidos, o formando un paté: la elección dependerá de las preferencias de cada gato. No hay que añadir sal: los gatos no están habituados y no la necesitan.
Una vez preparados los menús, se pueden conservar en envase cerrado en el frigorífico y consumirse en un plazo no superior a los 3 o 4 días. Pueden recalentarse suavemente en el microondas, en la plancha o al baño maría y, si es necesario, añadir un poco de agua para hacerlos más jugosos.
Tenemos dos recetas de base que luego se pueden completar con diferentes tipos de fuentes de proteína -carnes o pescados-, de forma que la dieta sea variada o que podamos adaptarnos a los gustos del gato.
Los gatos no sienten especial atracción por los hidratos de carbono (arroz, pasta o pan): usar un tipo u otro de arroz dependerá de cuál acepte y no de aspectos nutricionales. Si utilizas arroz bomba, con alto contenido en almidón, cocínalo por separado y aplástalo mezclando bien los demás ingredientes, que parezca un paté con pequeños trozos.
Añadir una de estas proteínas:
Los gatos no suelen aceptar bien las verduras y frutas. La elección y preparación dependerá de los gustos de cada gato, hay que ir probando cuáles le resultan más apetitosos.
Añadir una de estas proteínas:
Además, tanto en la receta con base de arroz como en la de verduras, opcionalmente se puede incluir alguna otra proteína, a elegir entre:
Una receta con arroz, verduras, frutas y cordero también puede ser muy bien aceptado por el animal.
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